Pero hay otra
posibilidad, la posibilidad de una llamada especial de Dios. Encontramos ejemplos de esto en la
Biblia. En el Antiguo Testamento tenemos los ejemplos de Abrahám (Gén 12), de
Moisés (Ex 3), de Isaías (Is 6) y de Jeremías (Jer 1). En el Nuevo
Testamento tenemos los ejemplos de los Apóstoles Pedro y Andrés, Santiago y
Juan (Mt 4; Mc 1; Lc 5; Jn 1), Felipe y Natanael (Jn 1) y Mateo (Mt 9; Mc 2, Lc
5), la invitación rechazada del joven rico (Mg 19; Mc 10) y la experiencia de
San Pablo (Hech 9; Gal 1). ¿En qué
consiste esta llamada especial de Dios?
Más que todo una
vocación extraordinaria de Dios consiste en la invitación a una amistad e intimidad especial con Dios, con Jesús
que no es accesible en la misma manera en otras vocaciones. Es una manifestación de lo que se llama “los
celos de Dios:” “El Señor es muy celoso.
Su nombre es Dios celoso”(Ex 34, 14; 20, 5). Yahvé era celoso hacia Israel, no quería compartirlo
con ningún otro ‘dios’. También, en una
manera semejante, el Señor, en sus “celos” hacia ciertas personas, las escoge para que pertenezcan exclusivamente a Él
con “un corazón no dividido” (véase 1 Co 7, 32-34) y no sean compartidos
con otros en la intimidad del matrimonio.
Es un gran privilegio recibir una invitación así; es la indicación de un
amor especial hacia la persona llamada de parte de Dios. También, abre la puerta a una intimidad y
unión con Cristo muy profunda. Hace esto
porque hay una “lógica” de amor grabada en la naturaleza humana. Es decir, hay parte de nuestros corazones que
solo podemos dar a otra persona. En el
matrimonio, se da esta parte al esposo, y por eso sube la gran intimidad entre
los esposos: han intercambiado esta porción especial de sus corazones. Pero en una vocación extraordinaria se da
esta parte a Jesús, por eso sube una gran intimidad entre Él y la persona
escogida. Pertenecer exclusivamente a Él es la esencia de este tipo de vocación. Hay dos tipos de vocaciones extraordinarias:
el sacerdocio diocesano y la vida consagrada, o sea, la vida religiosa.
P. Heraldo José Brock, CFR
P. Heraldo José Brock, CFR
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