jueves, 26 de mayo de 2016

El Cuerpo y La Sangre del Señor

Estamos por celebrar la solemnidad del Cuerpo y La Sangre del Señor.  Recordemos como San Francisco ayudó a la gente de su época crecer en la devoción al Santísimo Sacramento.

Es una sorpresa para muchas personas por su imagen de San Francisco que él escribió más sobre la reverencia hacia la eucaristía que sobre cualquier otro tema.  La primera de sus 28 admoniciones (o consejos) para los friales es la más larga y habla sobre la fe en la presencia del Señor y reverencia por la eucaristía.  Siempre él usaba las palabras “El Cuerpo y la Sangre de Señor”, no palabras abstractas, para referir al Santísimo Sacramento del altar.

El siguiente es una parte de su carta a la orden de los frailes:
“Tiemble el hombre todo, estremézcase el mundo entero y salte de gozo el cielo,
cuando está sobre el altar, en las manos del sacerdote, Cristo, el Hijo de Dios vivo.
¡Oh alteza admirable y asombrosa dignación!
¡Oh humildad sublime, oh sublimidad humilde!
¡El Señor del universo, Dios e Hijo de Dios, se humilla hasta el punto de ocultarse,
por nuestra salvación, bajo una pequeña forma de pan!
Mirad, hermanos, la humildad de Dios
 y derramad vuestros corazones en su presencia.
Humillaos también vosotros para ser levantados por él. 
No retengáis, pues, nada de vosotros para vosotros mismos,
a fin de que os reciba enteramente aquel que enteramente se entrega a vosotros.”

Que asombroso que el Señor nos da una participación en la comunión divina. 

Dijo San Maximiliano Kolbe que si tuviera posible para los ángeles en el cielo tener envidia de los hombres, seria porque nosotros podemos recibir el Cuerpo y la Sangre de Cristo.

Paz y bien,
P. Ricardo, CFR

Favor de interceder por nuestro retiro Pan de Vida con los jóvenes en La Ceiba, Honduras, el 28-29 de Mayo, y por todos los retiros y congresos eucarísticos.

jueves, 5 de mayo de 2016

La corte interior

   El mes pasado estaba yo en el autobús para Nicaragua y conoci' a un hombre anciano llamado Mario, sentado a mi derecha.  La esposa de e'l, Nora, estaba sentado a la derecha de `el, al otro lado del pasillo.  Ellos son casados por muchos a~nos.  Algunas veces, cuando Mario no recordaba un nombre o no terminaba una frase, Nora terminó la frase para e'l.   Nos reimos sobre eso, y Nora me dijo "Somos una persona."

    Creo que el Espiritu Santo obra en nosotros de manera similar.  E'l nos inspira nuestros pensamientos y nos corrige cuando fallamos en la verdad.

     Por ejemplo, en el comienzo del nuestra conversacion, Mario menciono' el nombre de Yejova.  Entonces le pregunte' si fuera un Testigo de Yejova. El me dijo "Si'".  Pero Nora clamo' "!No! No es testigo de Yejova.  A veces no oye bien."  Nora lo defendio' con la verdad.

     El Espiritu Santo de la verdad es nuestro abogado, nuestro paraclito, en la corte interior.  El enemigo, el Acusador, siempre esta' acusandonos con falsedades, como "Dios no te ama.  Dios no es bueno.  Dios no es poderoso.  Nunca puedes cambiar."  El Espiritu Santo grita "!Mentiras!" y nos proclama la verdad que Dios es bueno, que E'l es nuestro Abba', nuestro Papa', que siempre podemos confiar en E'l.

    Estamos preparando para la fiesta de Pentecoste's, para renovar nuestra amistad con el Paraclito y nuestra apreciacion de su defensa en la corte interior.

    Que el Espíritu Santo le de' la luz y la verdad del amor perfecto del Padre en su corazón.

     Paz y bien,
     Padre Ricardo, CFR