domingo, 12 de julio de 2015

El Buen Plan de Dios

Oímos en la segunda lectura de hoy “Dios nos eligió antes de crear el mundo para que fuéramos santos…” (Ef 1:4).

Por andar en el hábito Franciscano es común para nosotros, especialmente en los EEUU u otros países más protestantes o ateos que en América Central, recibir la pregunta “¿Qué es Usted?”   Fíjese que no nos preguntan “¿Quién es?” sino “¿Qué es?”  Respondemos que somos frailes franciscanos, católicos, religiosos, etc.  A veces la próxima pregunta que recibimos es “¿Fue nacido así?”

Con esa pregunta imaginamos un bebé recién nacido en el hospital, con una barbita, con las miradas de sus padres diciendo, “Mira mi amor, ¡tenemos un bebé fraile!  Tenemos que preparar un pequeño hábito para él”….   Normalmente, ¡esto no es así que la vocación se manifiesta!

Pues, en otra manera  yo puedo decir, en verdad, que fui nacido como un fraile, en los ojos de Dios. Él tenía este plan, este destino, para mí antes de crear el mundo.  Es similar para todos que leen este mensaje, que antes de crear el mundo, la tierra debajo de sus pies, el Señor tenía el destino para Ud. ser santo.  (Entiende que no es necesario ser canonizado para ser santo, ¿verdad?)

Esta es la vista panorámica de nuestras vidas.  A veces respondemos, como Amós en la primera lectura “No soy un profeta, ni el hijo de un profeta….” pero el Señor sabe mejor.  La iniciativa es del Padre celestial, no es nuestra idea.  ¡Que confiemos en el buen plan y destino de El para nosotros!   Su misericordia dura por siempre.

¡Que el Señor les dé la paz!

P. Ricardo, CFR