jueves, 5 de mayo de 2016

La corte interior

   El mes pasado estaba yo en el autobús para Nicaragua y conoci' a un hombre anciano llamado Mario, sentado a mi derecha.  La esposa de e'l, Nora, estaba sentado a la derecha de `el, al otro lado del pasillo.  Ellos son casados por muchos a~nos.  Algunas veces, cuando Mario no recordaba un nombre o no terminaba una frase, Nora terminó la frase para e'l.   Nos reimos sobre eso, y Nora me dijo "Somos una persona."

    Creo que el Espiritu Santo obra en nosotros de manera similar.  E'l nos inspira nuestros pensamientos y nos corrige cuando fallamos en la verdad.

     Por ejemplo, en el comienzo del nuestra conversacion, Mario menciono' el nombre de Yejova.  Entonces le pregunte' si fuera un Testigo de Yejova. El me dijo "Si'".  Pero Nora clamo' "!No! No es testigo de Yejova.  A veces no oye bien."  Nora lo defendio' con la verdad.

     El Espiritu Santo de la verdad es nuestro abogado, nuestro paraclito, en la corte interior.  El enemigo, el Acusador, siempre esta' acusandonos con falsedades, como "Dios no te ama.  Dios no es bueno.  Dios no es poderoso.  Nunca puedes cambiar."  El Espiritu Santo grita "!Mentiras!" y nos proclama la verdad que Dios es bueno, que E'l es nuestro Abba', nuestro Papa', que siempre podemos confiar en E'l.

    Estamos preparando para la fiesta de Pentecoste's, para renovar nuestra amistad con el Paraclito y nuestra apreciacion de su defensa en la corte interior.

    Que el Espíritu Santo le de' la luz y la verdad del amor perfecto del Padre en su corazón.

     Paz y bien,
     Padre Ricardo, CFR

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