La Comunidad de los
Frailes Franciscanos de la Renovación fue formada en 1987
por ocho frailes franciscanos-capuchinos bajo la dirección e iniciativa del P.
Benedict J. Groeschel,C.F.R. († 2014) Los
frailes lograron el estado canónico de una asociación de los fieles en la
Archidiócesis de Nueva York en 1990, y fueron establecidos como congregación
religiosa diocesana por Juan Cardinal O’Connor en 1999.
De los ocho miembros
originales y de su primer convento de St. Crispín en el sur del Bronx, los
Frailes de la Renovación han crecido a aproximadamente 115 hombres de más de 12
países. El número de sus casas ha aumentado hasta seis en el área metropolitana
de Nueva York, misiones en Nuevo México, Texas, Inglaterra, Irlanda, Honduras y
Nicaragua.
La vida de los frailes se centra en las tres columnas fundamentales de
la oración, la fraternidad y el servicio apostólico que tienen su origen en el
Evangelio y encuentran su ejemplar en la vida de San Francisco de Asís.
Siguiendo la tradición contemplativa de los Capuchinos, los frailes pasan entre
cuatro y cinco horas en oración cada día, incluidos la Santa Misa, Adoración
del Santísimo Sacramento y la Liturgia de las Horas, el Rosario, Lectio Divina
y lectura espiritual, y oración personal. Un día de la semana se dedica a mayor
recogimiento y oración, y de cada fraile pasa algunos días cada mes en oración
en soledad. Cada año todos los frailes participan en un retiro de la comunidad
de una semana, también hacen un retiro personal de la misma duración.
Vivimos juntos en común como hermanos
de una sola familia, orando, compartiendo, trabajando, sirviendo y recreando
juntos. Los hermanos se esfuerzan para lograr la comunicación honesta y el
apoyo y el afecto fraternales sinceros, maduros, buscando a animarse unos a
otros hacia mayor generosidad y santidad. No empleamos ningún trabajador
doméstico, y hacemos todo el trabajo del convento nosotros mismos: lavar ropa,
cocinar, asear, mantenimiento. El trabajo manual es parte de nuestra vida.
Muchos de los hermanos han desarrollado habilidades en artesanía, carpintería,
construcción y reparación, mecánica automotriz, preparación de alimentos,
jardinería, criar animales, y expresiones artística tales como música, pintura,
escultura y escritura, que apoyan y realizan nuestras vidas. Nos esforzamos
sinceramente vivir una vida sencilla de pobreza, austeridad y penitencia. No
aceptamos ningún ingreso regular para cualquier de nuestros apostolados,
prefiriendo más bien depender de la providencia de Dios manifestada con la
generosidad de benefactores. Tanto como sea posible mendigamos en vez de
comprar lo que necesitamos para vivir y para servir en el apostolado.
Los frailes se
dedican al doble apostolado franciscano clásico del evangelización y servicio
directo y personal a los pobres. El apostolado inicial de un albergue para
Hombres sin techo en el Bronx del sur fue seguido por un programa semanal de
distribución de alimentos a familias pobres, y eventualmente un programa para
los inmigrantes latinos en Nueva York, así como otros esfuerzos más pequeños y
menos formales. Al primer apostolado organizado de predicación – misiones
parroquiales mensuales – se han agregado retiros eucarísticos juveniles casi
cada fin de semana, a través de América y alrededor del mundo, además de días
de recogimiento y días de oración para hombres, mujeres, conferencias,
encuentros y peregrinaciones de cada clase y en varios lugares. A partir de los
días más tempranos de su congregación, los frailes han mantenido un apostolado
Pro Vida a favor de los no nacidos en peligro de aborto que ha incluido
aconsejando a las mujeres entrando en los sitios de aborto y ofreciéndoles
alternativas, y hasta bloqueando las entradas de estas instalaciones para
rescatar las vidas amenazadas, las marchas y otras demostraciones públicas en apoyo
de vida humana, y días de sanación para aquellos que sufren de los efectos del
aborto. Los frailes trabajan con los grupos de asociados laicos y miembros de
la tercera orden, y mantienen un apostolado extenso de la dirección espiritual
y Confesión.
En el Año Jubilar 2000 los Frailes Franciscanos de la Renovación
establecieron casas de misión en Inglaterra y Honduras. Luego una residencia
fue abierta en Albuquerque, New México. En cada una de estos lugares los
frailes viven la misma vida de oración y de fraternidad, y han desarrollado
apostolados semejantes que concuerdan con las necesidades específicas del
contexto en el que viven.
Hermoso carisma!!!
ResponderBorrarSe rigen por la TOR??
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