¡Cristo ha resucitado!
Con su resurrección el Señor Jesucristo ha
abierto las puertas del cielo para
nosotros. La muerte no tiene un poder
para siempre – solamente es un pasaje, como el pasaje que hicimos del vientre
de nuestras madres hacia la luz del mundo.
¿Podemos imaginar la luz del cielo? Si, aun podemos imaginar nuestros cuerpos como
cuerpos de una luz brillante que refleja la gloria y la majestad de Dios. Dice
la segunda carta de San Pedro (1:4) que vamos a participar de la naturaleza de
Dios. Es bueno que pensemos en la gloria
que las personas en nuestras vidas vayan a tener algún día. Mis padres, hermanos, hijos, compañeros del
trabajo o hermanos de mi comunidad, por ejemplo, vayan a tener cuerpos de luz
algún día por la misericordia y gracia de Dios.
A veces nuestra imaginación nos ayuda en ver la realidad con más
claridad. Es bueno ver a mi hermano con
la gloria que vaya tener algún día para tratarlo como merece una persona
resucitada e inmortal.
Pienso que el cielo va a ser una risa eterna. Siempre Dios es una sorpresa para
nosotros. Hay un drama llamado “Lázaro
se ríe”. Es una cuenta imaginativa del
martirio de Lázaro, el amigo del Señor que Él lo resucitó. Los fariseos
y los Romanos están amenazando a Lázaro que vayan a matarlo por dar
testimonio a Jesús. El empieza a reírse
por el pensamiento de morir otra vez.
Lo más que lo amenacen, lo más fuerte él se ríe. ¡Después de regresar de la muerte una vez, no
parece tan serio!
La misericordia de Dios es más fuerte que
la muerte. Que experimente en su vida
esta victoria más y más.
¡Felices pascuas!
P. Ricardo, CFR
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