sábado, 6 de febrero de 2016



Correr para moverse

Discúlpame por no escribir por un rato.

Estamos por empezar la cuaresma.  Cuando empezamos este tiempo del año litúrgico a veces siento como esté en el comienzo de una carrera.  Recuerdo los sentimientos que siempre sentía antes de una carrera durante el colegio, cuando estaba yo en el equipo de “cross-country” – el deporte de correr 5 kilómetros.  Sentía emocionado, nervioso, listo para dar cada rasgo de la energía que tenía en mi cuerpo para ganar un buen puesto en la carrera.

Cuando empecemos las practicas de la penitencia para la cuaresma, a veces pensemos  en ellas como ejercicios de disciplina y de espiritualidad para aumentar nuestros “músculos espirituales”.  En mi mente, esta es como hacer ejercicios de correr en un lugar, sin moverse a otro lugar.  Correr para ejercitarme es bueno y aumenta mi respiración y el latido de mi corazón, pero al fin de cuentas no me mueve mi corazón de un lugar al otro.

En cambio, el Señor quiere más que ejercicios de nosotros esta cuaresma.  El quiere que nuestros corazones se muden de un lugar al otro, que avancemos en nuestra relación con Él.  Si pensáramos mas en nuestro éxito en hacer ejercicios de penitencia que en crecer en la relación con Dios, no nos acercaríamos mucho a Él. 

 Es bueno preguntarle al Espíritu Santo de cual manera necesite yo crecer en la oración, en la generosidad, en ayunar para unirme verdaderamente con el Sagrado Corazón de Jesús.   Cuando estamos unidos al Corazón de Jesús, Él nos lleva a su Padre.  Este año de la misericordia tiene una gracia especial para recibir la misericordia del Padre para que nos acerquemos a Él.  !Esto es el premio que vale el correr la carrera.!

Que el Señor le dé una cuaresma bien bendecida.

P.  Ricardo, CFR

(Y les pido sus oraciones para un retiro que P. Gregorio, P. Miquel y yo vamos a dar a las Misioneras de Caridad en Cuba.  Gracias.)


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