Repara mi Casa
Frailes Franciscanos de la Renovación
martes, 29 de octubre de 2019
jueves, 17 de octubre de 2019
Siguiendo las huellas de San Francisco
Ramón Carranza de Honduras ha tomado la decisión de tomar los primeros pasos para seguir las huellas de San Francisco, viviendo plenamente el Santo Evangelio en la pobreza, castidad y obediencia. Ramón fue recibido como postulante en el Convento San Serafín de la Comunidad de los Frailes Franciscanos de la Renovación en la Diócesis de Comayagua, Honduras el la fiesta patronal del Convento, sábado el 12 de Octubre 2019, la fiesta de San Serafín de Montegranaro, un hermano religioso capuchino.
sábado, 9 de febrero de 2019
Del Postulantado
Recibiendo a nuestro nuevo postulante, Pedro Ravazzano de Brazil, y enviando para Nueva York a Nelson Armas de Nicaragua que va a entrar pronto al noviciado.
lunes, 9 de octubre de 2017
Pobrecillo Predicador
Ser fraile es ser predicador del Evangelio, por acción y por palabra, especialmente a los que necesitan oírlo.
miércoles, 4 de octubre de 2017
lunes, 25 de septiembre de 2017
miércoles, 29 de marzo de 2017
Un Consejo de un Santo sobre el Discernimiento
Alguna vez, una hija espiritual de San Padre Pio le hizo una pregunta acerca del discernimiento de espíritus. El santo le contestó por medio de una carta el 25 de abril 1914 lo siguiente:
Me dices
que no puedes distinguir si los rayos de luz que aparecen a veces en
la profundidad de tu alma vienen de
Dios o de otros y que tienes
miedo a estar decepcionada en todo a
causa de tu egoísmo sutil.
He aquí
pues, las señales por las cuales
puedes saber si estos rayos de luz
vienen del Padre de toda luz.
Estas señales puedan ser reducidas
a tres.
La primera es que estas luces producen un conocimiento
de Dios aun más
admirable,
él que mientras revelándose
a nosotros, nos da un conocimiento más y más profunda de su
grandeza incomprensible. En fin, esta
luz nos conduce a amar a Dios
nuestro Padre más y más y a
aumentar los sacrificios que hacemos
por su honor y gloria.
La segunda señal es un entendimiento
más comprensivo de nosotros mismos, y una humildad
al pensar que tales criaturas
despreciadas puedan tener la
audacia a
ofenderlo y todavía mirarlo y tenderse hacia Él. La tercera señal
es
que estos rayos celestiales producen
en el alma un desprecio creciente
de todo lo que pertenece a esta
tierra, con la excepción de aquellas
cosas que puedan ser útiles por el siervo de Dios
Ahora
bien, si tales rayos de luz producen estos tres efectos en tu alma,
acéptalos como provenientes de Dios. Ni el Enemigo, mucho menos
nuestra propia imaginación puede producir estos efectos en el alma.
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